Cómo hacer un presupuesto que funciones para las compras de la casa

¿Alguna vez te has sentado a repasar tu presupuesto sólo para darte cuenta que te has excedido escandalosamente en el gasto de comida? Los productos locales, orgánicos y artesanales y las salidas a restaurantes de moda con los amigos hacen que sea fácil hacerlo. Dado que la comida es el segundo gasto doméstico más elevado, por detrás de la hipoteca o el alquiler, nuestras elecciones alimentarias tienen un gran impacto en nuestro presupuesto. El uso de esta calculadora de presupuesto mensual también puede ayudar a orientar la forma de presupuestar la comida.

Te sorprenderá descubrir que los alimentos más nutritivos suelen ser los más económicos. No solo es posible, sino también divertido y fácil, comer alimentos nutritivos y deliciosos sin salirse del presupuesto. Aquí tienes 11 maneras de aprender a presupuestar tus compras de la semana:

 

1. Controla el gasto actual

Antes de averiguar lo que deberías gastar en comida, es importante averiguar lo que estás gastando en ella. Guarde los recibos de la tiendas para hacerse una idea realista de sus hábitos de gasto actuales. Si te apetece, crea una hoja de cálculo para desglosar tus gastos por categorías, incluyendo bebidas, productos, etc. Una vez que hayas hecho esto, podrás tener una idea de dónde recortar el gasto.

 

 

Control de gastos

 

 

2. Asigne un porcentaje de tus ingresos

El gasto de cada hogar en alimentos varía en función del nivel de ingresos y del número de personas que deben alimentarse. Considera la posibilidad de utilizar una calculadora de gastos si no estás seguro de por dónde empezar. Mientras que en 1950 la gente gastaba alrededor del 30% de sus ingresos en comida, este porcentaje ha descendido hasta el 9-12 en la actualidad. Considera la posibilidad de destinar el 10% de tus ingresos a la alimentación como punto de partida, y aumentar a partir de ahí si es necesario.

 

3. Planifica tus comidas

Es mucho más fácil ceñirse a un presupuesto cuando se tiene un plan. Además, tener un propósito para cada artículo de la tienda de comestibles que compre asegurará que nada se desperdicie o se quede en su despensa sin usar. No tengas miedo a las ensaladas sencillas o a los lunes sin carne. No todas las comidas tienen que ser una experiencia gourmet y grandiosa.

 

 

Menú semanal

 

 

5. Pon una lista de compras en el refrigerador

Lleva una lista de la compra imantada en el frigorífico para poder reponer los artículos cuando los necesites. De este modo, te aseguras de comprar alimentos que sabes que vas a comer porque ya estás acostumbrado a comprarlos. Ceñirse a una lista en el supermercado es una forma eficaz de rendir cuentas y de no gastar dinero en artículos procesados o caros: no hay necesidad de dar un paseo por el pasillo de los dulces si no están en la lista.

 

6. Invierte en tu salud y cuida tu alimentación

¡Sí! Aunque no lo creas, tu alimentación juega un papel muy importante al momento de ahorrar en el gasto de la semana; ya que al cuidarla y consumir productos de la mejor calidad, no tendrás que batallar en un futuro por enfermedades y por estar comprando productos especiales para estas. Otra manera de invertir en tu bienestar, es consumiendo vitaminas, minerales y suplementos que te ayuden a prevenir enfermedades. Así que ya sabes, ¡aprovecha los descuentos exclusivos del buen fin y ahorra mientras cuidas tu salud!

 

6. Lleva comida al trabajo

Imagínate esto: estás tratando de ceñirte a un estricto presupuesto alimentario, y un día en el trabajo te das cuenta de que es la hora de comer y tienes hambre. Pero, desgraciadamente, te has olvidado de llevar el almuerzo. Toda la planificación de las comidas y las compras inteligentes del mundo no resolverán el problema del almuerzo en el trabajo. Llevar el almuerzo en la bolsa es la clave para garantizar el éxito de tu presupuesto de alimentos. Además, puede ser divertido. Piensa en ensaladas de tarro de cristal y cuencos de curry tailandés.

 

7. Congele los alimentos que se van a estropear

Para evitar el desperdicio de alimentos, congela los que parecen estar a punto de estropearse. La fruta que ya no está en su mejor momento puede congelarse y utilizarse en batidos. Haz doble tanda de sopas, salsas y productos horneados para tener siempre una alternativa a pedir comida para llevar cuando no te apetezca cocinar.

 

 

Congelar alimentos

 

 

Ceñirse a un presupuesto alimentario requiere planificación y disciplina. Aunque al principio no parezca divertido, probablemente descubrirás que disfrutas cocinando y probando una variedad de alimentos nuevos que antes no habrías pensado utilizar. Ser ingenioso y cocinar de forma saludable es una habilidad que beneficiará a tu cartera y a tu cintura en los próximos años.

 


 

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