¿Tu bebé tiene un poco de fiebre?

Puede ser preocupante despertarse en medio de la noche con un bebé que llora y descubrir que tiene fiebre o caliente al tacto. El termómetro confirma tus sospechas: tu bebé tiene fiebre. ¿Pero que deberías hacer tú?

Es importante aprender a consolar a tu bebé y reconocer cuándo debes buscar atención médica. Además de tener lo necesario en casa no olvides de tu pomada para rozaduras capent, esta se encargará de cuidar la piel de tu bebé.

Cuidando a un bebé con fiebre

Si bien es posible que pueda sentir una diferencia de temperatura solo con el tacto, no es un método preciso para diagnosticar la temperatura. Cuando sospeche que tu bebé tiene fiebre, tómele la temperatura con un termómetro digital.

Una temperatura rectal de más de 100,4 ° F (38 ° C) se considera fiebre. En la mayoría de los casos, la fiebre es una señal de que el cuerpo de tu bebé está combatiendo una infección.

La fiebre puede estimular ciertas defensas corporales para protegerse contra los virus y bacterias invasores. Si bien este es un paso positivo para combatir las infecciones, la temperatura también puede hacer que tu bebé se sienta incómodo. También puede notar que están respirando más rápido.

La fiebre se asocia típicamente con las siguientes enfermedades:

-Neumonía

-Infecciones de oído

-Influenza

-Resfriados

-Dolor de garganta

-Infecciones de la sangre, el intestino y el tracto urinario

-Meningitis

una variedad de enfermedades virales

La fiebre puede provocar deshidratación si tu bebé no bebe bien o está vomitando con tu enfermedad. Los niños pequeños pueden deshidratarse rápidamente. Los síntomas de la deshidratación pueden incluir:

-llorando sin lágrimas

-Boca seca

-Menos pañales mojados

A menos que tu bebé parezca incómodo y no esté durmiendo, comiendo o jugando normalmente, está bien esperar y ver si la fiebre desaparece por sí sola.

la fiebre de tu bebé

¿Cómo puedo hacer que mi bebé febril se sienta cómodo?

Habla con tu pediatra sobre la administración de una dosis de acetaminofén o ibuprofeno. Por lo general, estos reducen la fiebre en al menos un grado o dos después de aproximadamente 45 minutos.

Tu farmacéutico o médico pueden darle la información correcta sobre la dosis para tu bebé.

Asegúrate de que tu bebé no esté demasiado vestido y de ofrecerle líquidos con regularidad. La deshidratación puede ser una preocupación para un bebé con temperatura.

Para consolar a tu bebé, pruebe estos métodos:

-Dar un baño de esponja o un baño tibio

-Utilizar un ventilador de enfriamiento

-Quitar la ropa extra

-Ofrecer líquidos adicionales

Vuelve a controlar la temperatura de tu bebé después de haber probado estas cosas. Continúe controlando la temperatura para ver si la fiebre está bajando o subiendo.

Si tu bebé está amamantando, trate de amamantarlo con más frecuencia para prevenir la deshidratación. Trate de mantener fresca la habitación de tu hijo. Use un ventilador para hacer circular el aire si la habitación está demasiado caliente o congestionada.

¿Cuándo debes llamar al médico si tu hijo tiene fiebre?

Llama a tu pediatra de inmediato si tu pequeño tiene fiebre acompañada de alguno de los siguientes síntomas:

-Vomito

-Diarrea

-Una erupción inexplicable

-Una incautación

actuando muy enfermo, inusualmente somnoliento o muy quisquilloso

¿Qué pasa si mi recién nacido tiene fiebre?

Si tu pequeño es menor de 3 meses y ha tomado una temperatura rectal de 100.4 ° F (38 ° C) o más, llama al médico.

Los bebés recién nacidos pueden tener dificultades para regular la temperatura corporal cuando están enfermos. Esto significa que pueden enfriarse en lugar de calientes. Si tu recién nacido tiene una temperatura inferior a 97 ° F (36 ° C), llame al médico.

Convulsiones y fiebre en bebés

A veces, los bebés mayores de 6 meses pueden tener convulsiones desencadenadas por la temperatura. Se llaman convulsiones febriles y, a veces, son hereditarias.

En muchos casos, se producirá una convulsión febril durante las primeras horas de la enfermedad. Pueden durar solo unos segundos y, por lo general, duran menos de un minuto.

Un bebé puede ponerse rígido, temblar y poner los ojos en blanco antes de volverse flácido y no responder. Pueden tener la piel más oscura de lo habitual.

Puede ser una experiencia muy preocupante para los padres, pero las convulsiones febriles casi nunca provocan daños a largo plazo. Aún así, es importante informar estas convulsiones al médico de tu bebé.

No te olvides siempre de consultar a tu médico de confianza para que el te pueda recetar lo que tu bebé necesita para que se pueda sentir mejor.