Conoce mucho más del poder de los antioxidantes: vitaminas C y E para que te mantengas cien porcientos saludables.
Antioxidantes Vitaminas C y E
Antioxidantes:
hemos escuchado el término una y otra vez en las esferas de la salud y la longevidad, pero ¿qué son, ¿dónde podemos encontrarlos y por qué son tan importantes? Varias de nuestras recomendaciones de alimentos y suplementos están orientadas a aumentar la ingesta de antioxidantes; en particular, las vitaminas A, C y E. Los beneficios del vino y el chocolate negro también se ven favorecidos por su contenido en antioxidantes. En este blog, nos centraremos en dos antioxidantes en particular, las vitaminas C y E.
Por definición, un antioxidante es un compuesto que detiene la oxidación de otro compuesto. La oxidación es un proceso químico natural que provoca la pérdida de electrones. Un compuesto que se ha oxidado se denomina radical libre. Es muy reactivo, lo que significa que quiere conectarse a otro compuesto lo antes posible.
Algunos radicales libres se producen a partir de procesos esenciales para la supervivencia, como los procedentes del metabolismo del oxígeno, llamados especies oxidativas reactivas. Otros se producen como parte de un plan en las reacciones químicas, donde el siguiente paso de la reacción convierte rápidamente el radical libre en otra cosa. Y otros pueden producirse a partir de la descomposición de factores ambientales nocivos, como los ingredientes de los cigarrillos. Los radicales libres que no tienen un paso siguiente programado son los más perjudiciales para nuestro organismo. Aquí es donde entran en juego los antioxidantes. Pueden neutralizar inmediatamente los radicales libres, o pueden interferir en el camino de destrucción de los radicales libres y prevenir o reducir la cantidad de daño.
Ahora la metáfora:
Utilicemos a un adicto a las carreras por carretera para explicarlo
Llamaremos a nuestro adicto a las carreras de carretera Fred. A Fred le encanta tener una carrera en su calendario. Le encanta tener un objetivo para el que entrenar y la sensación de logro cuando termina una carrera. Pero, una vez que el resplandor de la carrera se desvanece, si Fred no tiene otra carrera en el calendario, se siente perdido. Fred se encuentra en su “estado radical libre”. Para volver a sentirse completo, Fred se inscribe rápidamente en otra carrera. La carrera que elige puede no ser la mejor decisión, tal vez sea demasiado cara o tal vez no pueda entrenar lo suficiente, pero no está pensando en las consecuencias, y al final termina mal para él. Fred necesitaba un antioxidante en su estado de radicales libres, un compañero o un amigo que le ayudara a pensar racionalmente y le dirigiera en una mejor dirección: alguien como la vitamina C.
La vitamina C
La vitamina C, o ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble que no puede almacenarse en el cuerpo, por lo que los seres humanos necesitan consumir cantidades adecuadas de vitamina C cada día. El exceso de vitamina C en nuestro sistema se excreta cada día. Curiosamente, la mayoría de los animales pueden producir su propia vitamina C, a excepción de los humanos, algunos monos, cobayas, murciélagos y algunos peces. La deficiencia de vitamina C es muy rara en los Estados Unidos, pero puede conducir al desarrollo del escorbuto.
La vitamina C se encuentra principalmente en las frutas y verduras; algunas de las mejores fuentes son los cítricos, los pimientos, las verduras de hoja oscura, el kiwi, el brócoli y las fresas. Una ración de cualquiera de estos alimentos cubrirá las necesidades diarias de vitamina C para el día, que son de 75-90 mg para los adultos. La vitamina C también se encuentra habitualmente en las multivitaminas y en los alimentos procesados. Como las vitaminas C son hidrosoluble, es raro que se produzcan complicaciones de salud debido a una ingesta elevada; sin embargo, el límite máximo de vitamina C es de 2000 mg para los adultos.
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