A la hora de elegir una olla, barril o lata de tomates, es importante no confundir la salsa obtenida al freír en aceite con otras preparaciones como el puré de tomate que es utilizado en la pizzería clásica que tenemos cerca de casa, ya que es otro perfil nutricional completamente diferente.
El puré de tomate se distingue por su apariencia, textura y composición nutricional. No es más que un tomate natural, triturado y conservado mediante un proceso térmico. Contiene sólo 16,3 kcal por cada 100 gramos. El azúcar ronda los 2,9 gramos para la misma cantidad de producto y la sal es prácticamente nula (0,1 gramos). Los tomates enteros son tomates que han sido pelados y también conservados al calor, pero no triturados. Su composición nutricional es casi igual a la anterior. La única diferencia, además de la presentación, radica en el menor contenido de azúcar (2,6g/100g).
Tipos de salsa de tomate.
Hay muchos tipos de ketchup en el mercado: napolitana, boloñesa, con albahaca, salsa de pizza, ketchup con queso (ricotta, parmesano, etc.), cuyos ingredientes son más adecuados para cocinar.
Versión casera.
Cada vez es más habitual que las marcas nos ofrezcan versiones do-it-yourself, “hazlo tú mismo” La receta “casera” es muy popular entre los consumidores y es, en cualquier caso, ketchup elaborado a partir de recetas caseras, de ahí su nombre. En este sentido, el Codex Alimentarius de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acepta el uso de términos como “natural”, “casero” o “de agricultura ecológica”.
Viene con una afirmación de que la salud es ilegal y que los productos cumplen con las “prácticas nacionales del país en el que se vende el alimento”. La normativa permite comercializar salsas de esta categoría, pero el fabricante siempre debe describir el producto de forma “suficientemente precisa para que el comprador conozca la verdadera naturaleza del producto”.
Los requisitos de procesamiento son similares a los tomates fritos “no caseros” y, a menudo, proporcionan más calorías y grasas que otros tipos.
También existen variedades light, bajas en sal y sin azúcar. Las salsas ligeras reducen al menos el 30 % de las calorías (al igual que todos los productos etiquetados como “light”). Las salsas bajas en sal no contienen sodio añadido en el proceso de elaboración. No se añade azúcar añadido a los tomates fritos “sin azúcar añadido” durante la preparación. Los Tomates Fritos Ecológicos están elaborados con ingredientes producidos ecológicamente (los procesos suelen ser más respetuosos con el medio ambiente).
