Dejar de fumar durante el embarazo es la mejor decisión que cualquier madre puede tomar. Aunque claramente, no es fácil.
La irritabilidad, el ansia y el deseo de fumarse ese ‘último cigarro’ no son los mejores factores. Pero ahora que estás esperando a un bebé ha llegado el momento de decir adiós al vicio.
Muchas madres consiguen dejárselo. Sin embargo, entre un 15% y un 30% de las embarazadas siguen fumando, aún sabiendo que no es solo perjudicial para ellas, sino también para el feto.
A continuación os aconsejamos cómo podéis intentar dejar de fumar para que tu hijo nazca sano y crezca sin ningún problema.
Razones por las que es malo para el feto
Primero que todo, si una madre fuma durante el embarazo, el feto queda expuesto a sustancias dañinas como el monóxido de carbono, la nicotina y otras toxinas que pueden afectar a su desarrollo cerebral y físico.
El veneno que contiene el humo del tabaco lo transporta la madre a través de su sangre contaminada y llega hasta el bebé.
Asimismo, que la madre fume durante el embarazo supone que el bebé nazca con 226 gramos menos de media, cosa que podría causarle algunas enfermedades, discapacidades e incluso la muerte por la falta de peso.
También están relacionados algunos problemas durante la gestación con el humo del tabaco como: embarazo extrauterino o ectópico, placenta previa, abortos, sangrados vaginales, partos prematuros o el peligro de que el feto sufra el síndrome de muerte súbita.
Consejos para dejar de fumar
Primero que todo busca apoyo en el médico o el obstetra, quien puede hacerte las cosas más fáciles y cuenta a tu pareja, amigos y familiares que vas a dejar de fumar.
A continuación, márcate una fecha concreta para dejarlo, cuanto antes mejor para el bebé. Intenta estar ocupada los primeros días, no pensar en el tabaco y quitar la vista de todos los objetos relacionados con él.
Lo mejor será que te dejes de fumar de golpe, en vez de poco a poco que es más difícil. Un gran consejo es pensar siempre en positivo, sabiendo que la necesidad de fumar va a desaparecer entre los 10 y 12 días.
Los síntomas que tendrás, serán una señal de que tu cuerpo se va recuperando de la necesidad del tabaco. Al principio, estarás irritable, de mal humor y podrías tener problemas con la concentración. Pero poco a poco irán desapareciendo.
También es muy importante que modifiques tu rutina y evitar los sitios donde comprabas el tabaco habitualmente.
Pregunta a tu medico por los medicamentos que te pueden funcionar puedes solicitarlos en las ofertas y promociones de del buen fin que están por llegar en la mejor temporada del año.
Habla con tus amigos o familiares para que no fumen delante de ti, y sustituye el cigarro de ciertas horas por algo de comer, como por ejemplo una galleta.
Además, prémiate cada día porque no has fumado y anímate dándote algún que otro capricho. Piensa que el dinero que no estás gastando en tabaco lo estás ahorrando para ti o tu bebé.
Es aconsejable llevar una vida sana en general que se puede conseguir haciendo ejercicio y generando endorfinas para que te sientas bien.
El aire fresco y las actividades físicas podrán mejorar tu estado de ánimo. Al igual que debes beber mucha agua y de forma regular para saciar las ganas de comer. Si no, acabarás comiendo todo lo que tengas en casa y cogerás demasiado peso durante el embarazo.
Hay dos actividades que te pueden sentar bien. Por un lado, una práctica tradicional como la acupuntura, que puede reducirte el deseo de fumar y llegar a rechazar el tabaco.
Por otro, un apoyo psicológico sería importante, ya que reforzaría la abstinencia y evitaría la recaída luego de tener al bebé después de haber pasado por todo el proceso de dejar de fumar.
Incitantes de fumar que debes evitar
A parte de las ganas que tendrás de nicotina, algunos recuerdos de situaciones que tenías en tu vida diaria te pueden incitar a fumar porque te recuerden al tabaco. Los incitantes son los lugares, sentimientos, estados de ánimo o tareas de la vida diaria. Algunos de ellos son:
– Comenzar el día
– Estar en compañía de gente que fuma
– Nerviosa o tensa por alguna situación
– Estar conduciendo
– Tomar un té o un café
– Disfrutar de una buena comida o cena
– Estar aburrida
Está claro que dejar de fumar no es fácil, tanto si estás embarazada como si no. Pero cuando antes apartes el tabaco de tu vida, o al menos, lo reduzcas, menos peligrará la salud de tu bebé y la tuya misma. Solo tienes que planteártelo, hacerlo seriamente y seguir estos consejos.